Jacinto Rivera Pérez

Nuestro primer viaje a Puerto Rico lo hicimos de momento, sin pensarlo. Visitábamos a la hermana de Abe en Miami, así que estábamos muy cerca de Puerto Rico. Llegamos con sólo un papelito donde se daba la dirección del Partido Nacionalista. Toda vez que teníamos buena amistad con don Pedro Albizu Campos, esperábamos ser bien recibidos por los miembros de su Partido. Y así fuimos recibidos. El Presidente del Partido, Jacinto Rivera Pérez, vino a la oficina y nos llevó a la tumba de don Pedro, donde tuvimos momentos de reflexión. De allí nos condujo a la fabulosa floresta de El Yunque y allí almorzamos. Como sabíamos que él era un agrónomo, le abrumamos con preguntas. Nos cuestionó suavamente el no haberle avisado con anticipación para él haber podido hacer los arreglos necesarios para que pasáramos los escasos cuatro días que estuvimos allí.

El conocimiento político de don Jacinto comenzó bien temprano, cuando en su tercer grado se negó a hacer el juramento a la bandera de Estados Unidos. El había aprendido de su padre que no era su bandera. Su lealtad estaba sólo con Puerto Rico.

En su octavo grado fue el primero de su clase. El discurso que preparó defendiendo la independencia no fue aceptado. Sin embargo, él dio el discurso y la bandera de Puerto Rico fue enarbolada frente a la americana escondiéndola de ese modo durante la graduación. Llamaron a la policía, pero no pudieron hacer nada.

Mientras estaba en la Escuela Superior ingresó al C.M.T.C.*

Mientras estudiaba en el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de la Universidad de Puerto Rico perteneció al ROTC. xxxxxxxx

* C.M.T.C. (Citizens Military Training Corps.) Posteriormente don Jacinto ingresó a la Guarda Nacional de Estados Unidos en Puerto Rico.

Durante unos diez años dio entrenamiento militar a los Cadetes del Partido Nacionalista.

Se graduó del Colegio de Agricultura en 1939 y comenzó a buscar trabajo. Finalmente le ofrecieron trabajo a pesar de que el Jefe del Servicio de Conservación de Suelos de Estados Unidos en Mayagüez le mostró una carta del Gobierno de Estados Unidos donde daban instrucciones de que no se le empleara. Así pudo luego casarse con su novia Elida Negrón Cintrón, con la que ha tenido dos hijas.

Trabajó para el Servicio de Conservación de Suelos por alrededor de dos años y de ahí pasó a la Estación Experimental Agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, donde tuvo a su cargo los experimentos sobre el cultivo de la vainilla y plantas productoras de aceites aromáticos. A la vez desarrolló una finca para la producción de leche. En 1944 decidió irse al Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Texas, donde recibió su grado de Maestría con especialidad en Fitotecnia.

Dándose cuenta de los problemas ecológicos de Puerto Rico, se aterrorizó con la destrucción deliberada de áreas del Yunque, donde se hicieron pruebas con el agente químico naranja. También se enteró de las pruebas bacterianas en un laboratorio cercano al Capitolio de Puerto Rico en San Juan durante la Segunda Guerra Mundial. En Texas él había observado el uso de hormonas para aumentar el peso de los animales. Esa práctica se había llevado a Puerto Rico. El deploró los agentes químicos que se usaban en Puerto Rico, la práctica de enterrar plásticos en el suelo y la falta de mejorar y mantener las condiciones apropiadas del suelo. La principal violadora fue una corporación agrícola Israelí que cultivaba una gran extensión de terrenos en la costa sur de Puerto Rico.

El ingreso de don Jacinto al Partido Nacionalista sobrevino al producirse la Masacre de Ponce. El había sospechado que el Gobernador Winship estaba involucrado en la Masacre, ya que éste había determinado detener a Albizu Campos y a los nacionalistas. (Una marcha no armada de los nacionalistas en un domingo de Ramos fue tiroteada por la policía. Veintiuna personas fueron muertas y más de cien heridas.)

Don Jacinto encontró en Albizu Campos un hombre respetado por todo el mundo, un católico devoto, un revolucionario. El no era, como muchos independentistas, un marxista- leninista. Una vez lograda la independencia, mantiene, el pueblo puede hacer su decisión política.

Cuando Albizu Campos regresó de la prisión el 15 de diciembre de 1947, don Jacinto fue nombrado Vicepresidente del Partido Nacionalista. En 1950 se le destacó a una misión a Venezuela a buscar ayuda para una revolución. Permaneció allí hasta 1963.

En 1980 concurrió al Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Le recordó al Comité que el nacionalista Julio Pinto Gandía había llevado un documento a la Sesión Inaugural de Naciones Unidas en San Francisco. El Partido Nacionalista contó con un Observador Oficial hasta que sobrevino la represión del Partido en 1950. Denunció la ocupación de Vieques por la Marina de Guerra de los Estados Unidos, el Servicio Militar Obligatorio, la negativa de Estados Unidos en explicar el "asesinato" de Albizu, la desaparición misteriosa de Julio Pinto Gandía, el establecimiento de una Base Militar Atómica en Puerto Rico, el asesinato de dos jóvenes independentistas en el Cerro Maravilla y la detención de "prisioneros de guerra" dedibo a su lucha por la independencia. Reiteró la posición sostenida por Albizu desde los 30s, que el Tratado de París que puso fin a la Guerra Hispanoamericana y que cedió a Puerto Rico a Estados Unidos es ilegal.

Bien informado de las eventos políticos y económicos es una fuente valiosa de información en los actos nacionalistas y ayuda a mantener viva la aspiración y fervor de Albizu Campos.

[Traducción por Jacinto Rivera Pérez]

.